Bueno, algo es algo dijo un calvo cuando se encontró un peine. Eso decimos nosotros, algo es algo. Acostumbrados a esta miseria invernal, una nevadita se agradece, por lo menos para iluminar el paisaje y alegrar la vista.

El amanecer de hoy nos ha ido deparando una bonitas vistas, pero a medida que se ha ido haciendo de día, nos hemos dado cuenta que el manto blanco no es tan espeso como debía serlo.


Desde luego, a estas alturas del año, el invierno ha perdido toda su esencia y lo único que promete es una primavera temprana y un verano con restricciones de agua.

Pero no todo es pesimismo, y aunque la capa blanca sea fina, no desaprovechamos la ocasión para renovar las fotos del complejo.


En lo alto del Mampodre, en los picos de la Uve, La Cruz, Cervunal, Convento, Polinosa y Mediodía, los espesores de nieve son más abundantes.


En las cabañas, sin embargo, se aprecia que la nieve caída no da para tapar los caminos.


La Peña Hoguera nos hipnotiza todas las mañanas, y por muchas que le hayamos hecho, no dejamos de fotografiarla.


A contraluz, los cristales de las ventanas reflejan la claridad matinal. Y pronto, con los rayos del sol, actuarán como espejos reflectores.


Por las calles de Maraña, la vista se nos escapa una y otra vez, hacia las montañas nevadas. Y es que la verticalidad que nos ofrece, es otro espectáculo digno de ver.


Hierba, madera y nieve en la ladera de la Cortina.


El ganado, desconcertado, se reúne en las campas a la espera de que los ganaderos les lleven hierbas secas para comer.

Luces y sombras en un amanecer nevado.


 La Cabaña "El oso se esconde" bajo la peña del Hoyo.


La mejor estampa de todas, con el paredón de la Peña de las peñas.


El pino de Jesús, a ver si tira en primavera!!!


Mampodre, siempre Mampodre.


Vea, desde donde se vea, la vista es magnífica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario