No para de nevar...

Aquí estamos de nuevo, ahora os enseñamos esta gran nevada, con las fotos que nos habeís pedido.


Una nevada constante por los muchos días de precipitación, intensa en muchos momentos, con viento el día de la ciclogénesis explosiva y polvo por el frío que ha hecho.


Día sí y día también hemos tenido que hacer rondas para sacudir y desenterrar árboles y arbustos cargados y sepultados por la nieve. Si no lo hacemos se partirán con el frío y muchos morirán.


Un homenaje a la cigüeña, que volverá en febrero, por San Blas.


El día que hace un poco de sol, aparcamos el trabajo y salimos un rato a disfrutar, desde las cabañas,  la nieve de buena calidad.


La mezcla de sol, frío y nieve polvo nos ofrecen estampas nítidas y limpias como estas. Camino de la laguna del Hoyo, entre los robles y serbales, al fondo el abedul, la nieve es un manto de puro algodón.


Un sinfín de posibilidades para hacer recorridos montañeros, tanto con raquetas como con esquíes de travesía.


Desde lo alto del Hoyo, la vista de su laguna se acompaña con la imagen de la Peña Ten. Una mole solitaria, acompañada por el Pileñes, que atrae la vista desde todos los lugares que se observa. Es destino ideal para los amantes de la montaña y el esquí de travesía.


Pero sobre todos está él, el Mampodre. La más amada de todas las montañas.


¿Qué podemos decir de Maraña? Si estuviera en Francia sería Chamonix, si fuera Suiza, Zermatt, etc... Pero ni una ni otra, con personalidad propia, ajena a su encanto, es y será Maraña, y eso no lo podemos cambiar.


Las huellas dejan testimonio de una breve pero muy grata bajada.


y de un día para otro, la nevada nos vuelve a acompañar, la huella se tapa y vuelta a empezar. Espalar y espalar.


Nos sentimos orgullosos de nuestras cabañas y muy afortunados por tenerlas en un entorno tan impresionante.


Cualquier día tiene su luz, cualquier cabaña su perfil, sólo hay que descubrirlas y vivirlas en su momento.


Siéntate en el banco y disfruta de las vistas.


o túmbate en la hamaca y relájate.


365º de buenas vistas y sugerentes panorámicas.


Otra huella de esquíes. El vicio es el vicio, siempre que se puede se sale a recorrer un buen sendero.


Ahí abajo está Maraña, y en la calle de arriba, las Cabañas Patagónicas.


Como siempre, los rebecos, aparecen para saludarte, pero manteniendo las distancias.


sin comentarios.


Mejor vista de Maraña.


en lo alto del collado surge un picacho. No tiene nombre conocido, pero seguro lo tendrá.


Estas dos fotos nos la han regalado, Inés y Julio, muchas gracias a los dos. Como dijo una amiga nuestra cuando la vio.... la la la larito, me voy a mi cabaña....


y esta otra.


Las fotos en blanco y negro siempre son muy bonitas, ahí va una.


Mucho color destacando del blanco.


Antes de enseñaros fotos de la actual nevada, porque hoy, 14 de enero está todo nevado y sigue nevando, os vamos a mostrar cómo estaba todo con las nieblas y la escarcha invernal.


La hierba tiene un color especial, un verde grisáceo, apagado pero elegante y la escarcha congelada le otorga a los árboles un recubrimiento brillante.


La Peña Hoguera pone fondo a este escenario, y la niebla, avanzando y retrocediendo aumenta la magia del momento.


Por aquí se podían aparcar los coches, ya no. Está todo blanco.




Se ve que todavía queda mucho trabajo pendiente. Esas traviesas siguen sin colocar, ya llegará!


En las peñas, la niebla no llega.


El fruto del Serbal de Cazadores.


 En los álamos es frecuente ver rapaces posadas en las ramas.


Niebla al Sur, también, sobre y en las laderas del Mampodre.


Los tejados de Maraña y los álamos escarchados.


Una


Dos


sí, uno, dos, pero antes fijaros en los tonos grisáceos del conjunto...


y hasta tres veces os mostramos el Mampodre desde las cabañas. Nunca nos cansaremos de esta imagen, es una auténtica maravilla. Y las fotos no hacen justicia.


¿Quién dijo que la retama era fea?


La niebla partida, sale, se interrumpe, se une, crece, sube y baja a su antojo por las laderas.


 A esto ya le teníamos ganas. Es la caseta de los filtros del agua, justo a la entrada peatonal. Del cemento al autoclave, ha mejorado bastante, pero no nos ha dado tiempo a terminarla...


Por ahora nos despedimos. La siguiente entrada será blanca. Nieve, nieve, nieve....