El verde en Maraña tiene un significado especial. Durante el invierno, el blanco predomina pues las nieves lo cubren todo. Cuando estas se marchan, surge el amarillo de las hierbas quemadas y el verde apagado por tanto frío. Es ahora en primavera, cuando en vez de nieve cae lluvia y el sol atiza con fuerza, rabia decía una vecina, es cuando la hierba cambia el tono y toma el verde joven intenso y brillante. Es ahora, por San Jorge, cuando las campas se llenan de buscadores ocultos, deseosos de recompensa en forma de seta perretxiko. Cuando las vacas sonríen, compartiendo con los jatos recién nacidos, el fresco de la mañana.
Cuando las flores de los frutales dominan, prunus dicen por aquí, muy cultos, para llamar a ciruelos y cerezos, y los serbales son todos mostajos. Cuando el haya ha explotado y el roble comienza a despuntar. El espino y la rosa silvestre se intercambian colores, el chopo se lanza y la retama toma carrerilla para dominar las laderas y cubrirlas de amarillo.
Nosotros nos preparamos, damos nuestro particular toque. Vamos poco a poco, porque hace nada hemos empezado y no se puede hacer todo de golpe. Si la naturaleza va lenta no queramos acelerar y apresurarla. Ponemos una cosa aquí, otra allá y así el complejo va tomando forma y mejorando día a día.
el alimoche ha vuelto del retiro invernal y surca el cielo acompañado de su pareja.
la cabaña "El lobo está ahí".
una valla protectora contra las vacas.
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